Cuando el torero Pepín Liria se dirigía a la iglesia de Nuestra Señora de Gracia de Alicante para asistir como invitado a la boda de José Mª Manzanares y Rocío Escalona algo hacía presagiar que no lo haría con muy buen pie. Más que nada por el tropezón que sufrió su señora a las puertas del templo, que la hizo dar de bruces contra el suelo. Siguiendo el dicho de que "lo que mal empieza mal acaba", sería horas despues el propio diestro el que acabaría besando el suelo. Y es que, según cuentan, el murciano inició una discusión durante el banquete con Francisco Rivera, a cuenta de la actitud adoptada por este último respecto a la separación de Espartaco. Liria reprochaba a Rivera que se hubiera posicionado a favor de Patricia Rato y le afeaba el gesto para con el de Espartinas... En fin que la conversación, dicen, fue subiendo de tono hasta que acabó a golpes y con Liria magullado. El caso es que la preciosa ceremonia alicantina se está viendo ensombrecida por los numerosos alte...
No posee la belleza de Francisco Rivera ni la elegancia de Cayetano pero Pepín Liria es el torero que, hoy por hoy, se la lleva de calle. El murciano, que ha vuelto a saltar a las páginas de papel cuché tras su polémica presencia en la boda de José Mª Manzanares y Rocío Escalona, donde se rumoreó que tuvo sus más y sus menos con el hijo de Paquirri, parece llevar una vida sentimental de lo más ajetreada. Tras la separación de su esposa, María José, han sido numerosas las conquistas del diestro, que incluso hubo de enfrentarse a una demanda de paternidad de una niña, Jara, fruto de su relación con Gloria Rivas. El matador de toros, quien el pasado verano reconocía públicamente su pronunciado gusto por las mujeres, tiene en su haber una extensa lista de romances, entre los que se encuentran nombres conocidos como el de la ex Miss España Raquel Rodríguez o Carla Giménez, sobrina de Anselma, propietaria del archiconocido local sevillano, "Casa Anselma". Tras su noviazgo con Virgi...
La ermita de Santa Bárbara en Rocafort (Valencia) se convirtió el 18 de septiembre de 1995 en un hervidero de fotógrafos y curiosos, que se acercaron hasta la urbanización de lujosos chalés para ver la boda de Quique Sánchez Flores, por aquel entonces lateral derecho del Real Madrid, con Patricia Casanova, hija del presidente del Náutico de Valencia. Todo un acontecimiento social que reunía a lo más granado del "deporte rey" y al mundo de la farándula, representado por la familia Flores. Nadie quiso perderse el enlace de una pareja que se las prometía muy felices. Pero, después de más de una década de matrimonio y cuatro hijos en común, en el camino del sobrino de "La Faraona" se cruzaban el Benfica y la modelo húngara Orsi Feher. Esta belleza, de 24 años, hermana del malogrado Miklos Feher, conoció a Quique cuando aún era un hombre casado y, según cuentan sus más allegados, las chispas saltaron entre ellos en el minuto uno de su primer encuentro. El entrenador de...
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