El comunicado de los padres de Arantxa Sánchez Vicario
El pasado fin de semana, la tenista Arantxa Sánchez Vicario sorprendía a propios y extraños al adelantar en el diario "El Mundo" algunos extractos de su biografía, que hoy sale a la venta, editada por La Esfera de los Libros.
Según escribe la deportista, sus padres habrían dilapidado su fortuna, estimada en unos 45 millones de euros, y la habrían dejado en una difícil situación económica, con importantes problemas con Hacienda.
Como no podría ser de otro modo, la reacción de sus progenitores no se hacía esperar y horas después enviaban un comunicado a los medios de comunicación expresando su "dolor" por las palabras de su hija y aclarando algunos puntos:
"El sábado pasado me levanté con una de las peores noticias que unos padres pueden recibir. Con enorme sorpresa, y gran dolor, constaté que nuestra hija Arantxa había dado un paso más en su voluntad de herirnos y humillarnos.
Habéis sido muchos los que me habéis llamado para saber qué ocurría. Durante mucho tiempo he permanecido, con mi esposo Emilio, en silencio. Nos dolía la actitud de Arantxa y su esposo, pero otros problemas ocupaban mi mente y mi corazón. Emilio, delicado del corazón, fue diagnosticado hace unos dos años de un cáncer durísimo de intestino. Contra él hemos luchado codo con codo y sigue todavía batallando, día a día, contra ese rival incómodo que casi nos gana el partido. Por si no bastara, hace un año y medio le diagnosticaron Alzheimer. Ya podéis imaginar lo que todo esto conlleva. Personalmente intento sacar fuerzas de flaqueza y buscar el apoyo y consuelo que el resto de mis hijos y nietos me dan.
En todo este tiempo no hemos recibido ni una visita de nuestra hija Arantxa. Ni un mínimo atisbo de preocupación. Ni un ¿cómo estáis?
Ahora nos llega la noticia de que saldrá a la luz un libro de Arantxa atacando, al parecer, a la familia y socavando nuestra moral. Esto sí que es duro, no el cáncer o el Alzheimer, nada puede doler más a unos padres que su hijo les acuse de todos sus males. Es inexplicable el dolor que sentimos, el nudo en el estómago que convive con nosotros. Yo tengo 75 años y mi marido 79. Nunca imaginamos que podría ocurrir algo así. Esta situación si que es una enfermedad que afecta directamente al alma y, aunque la intentaremos asimilar con dignidad, nos estamos quedando sin fuerzas.
Conforme íbamos leyendo el artículo que se publicó nos fuimos hundiendo cada vez más, no por la cantidad de mentiras que cuenta, una detrás de otra, sino por darnos cuenta del estado real de nuestra hija.
Nosotros vivimos 20 años por y para ella. Lo dejamos todo de lado e hipotecamos nuestra vida y nuestro matrimonio. Yo la acompañé personalmente desde muy pequeña a todos los torneos, abandonando de hecho a mi marido y a mis otros hijos. Luego, mi esposo Emilio dejó su trabajo para acompañarla y ayudarla. Intentamos hacerlo lo mejor que pudimos. Está claro que fracasamos con ella. A la que más dimos, resulta que -cumplidos los 40 años- se da cuenta que todo en su vida es por culpa nuestra. Nos acusa de dejarla en la ruina, de todo, con un rencor y resentimiento dignos del peor de los enemigos.
No quiero entrar en muchos detalles. Esperaremos la publicación del libro y, aún a pesar nuestro, lo leeremos con atención. Entonces será el momento de que yo (en nombre, también, de Emilio) o nuestros abogados, demos cumplida contestación a las falsas acusaciones que se nos hacen. Y quedará, desde luego, muy claro que nunca nosotros nos hemos aprovechado de Arantxa y que, por supuesto, no está arruinada.
Entretanto, quiero agradecer muy sinceramente (en nombre propio y el de Emilio) a todos los que nos habéis llamado para mostrarnos vuestro apoyo y solidaridad en unos momentos tan traumáticos como los que vivimos. Un abrazo. Marisa Vicario Rubio".
Comentarios
Publicar un comentario