Isabel Preysler se confiesa, a los 60, en Vanity Fair

Isabel Preysler cumple 60 años y lo celebra a lo grande concediendo un entrevista, en exclusiva para "Vanity Fair", en la que habla de sus tres matrimonios, sus cinco hijos y algunas de las leyendas urbanas que la han perseguido durante años.

Bajo el titular "Siento mucho el daño que hice a otros, pero lo repetiría todo otra vez”, la Reina de Corazones revela detalles hasta ahora desconocidos de su vida sentimental. Entonando el "mea culpa", este icono de la elegancia asegura que "es una trágica ley de vida que la felicidad de unos sea a costa de la felicidad de otros”. Con su actual marido, Miguel Boyer, la filipina asegura estar viviendo "una historia de amor importante" que ha tenido sus obstáculos.

"La primera vez que salimos me llevó a comer a un restaurante a las afueras de Madrid. Yo le dije: "oye, vamos a tener cuidado, ¿eh?, que me conoce mucha gente". Estaba muy nerviosa y no sabía ni qué pedir del menú, del apuro que me daba que me reconociera alguien. ¡Y de repente entró un autobús entero de señoras que me miraban y se daban codazos! "La Presley, la Presley", exclamaban las señoras, diciendo mal su apellido (siempre puede más Elvis Presley, bromea)".

De sus otros dos esposos, Preysler comenta que "no suelo hablar de mis matrimonios pasados porque ya llevo más de veinticinco años con Miguel. Me casé muy joven por primera vez y me dediqué a mi marido y a mis hijos enteramente. Mi divorcio de Julio fue un acto muy doloroso, pero me hizo crecer como mujer, como madre y persona. No fue hasta después de nuestra separación cuando comencé a conocer mundo".

Además en la entrevista, realizada por Boris Izaguirre, la ex de Julio Iglesias revela uno de sus secretos mejor guardados: la fórmula de la eterna belleza. "Estar así no me cuesta esfuerzo porque siempre me ha gustado hacer deporte. Aunque, eso sí, hago ayuno un dia a la semana, una especie de purificación, que me pone de mal humor".

Respecto a sus vástagos, la Preysler asegura no entender las rivalidades entre madres e hijas y se muestra orgullosísima de sus cinco retoños. "Creo que mis hijas tienen, sobre todo, una altísima autoestima. Han llevado siempre con mucha naturalidad la atención pública y saben perfectamente que estoy allí para lo que necesiten. En cualquier caso prefiero tener ideas más cercanas a las de mis hijas, no como con mi madre, con la que difería bastante".