Sonsoles Espinosa, la atípica esposa del presidente del Gobierno
Dicen que Sonsoles Espinosa anda por Moncloa con los dedos cruzados mientras su marido deshoja la margarita de la reelección. El pasado fin de semana mediante "El Mundo" y hoy a través de "Vanity Fair" la señora de Zapatero habla, por boca de terceros, de las poquísimas ganas de repetir en la presidencia del Gobierno.
Según la revista, que publica entrevistas autorizadas de los amigos más íntimos, Espinosa se siente "enjaulada" y añora sus paseos por León y la vida de provincias. Muy celosa de su intimidad, en Madrid "se siente como en una sartén hirviendo", aseguran, y solo disfruta en el anonimato de los viajes. "Adora caminar por los bulevares de París, incluso se siente más libre en Barcelona que en la capital. Una de las ventajas que tiene el coro para ella es que le permite viajar de manera anónima por el mundo".
Mientras vive su atípica vida de esposa del presidente, la leonesa se dedica a sus hijas, al coro y a la natación; evitando, siempre que puede, los actos sociales y el protagonismo político del que tanto huye.
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