La desgarradora e inventada biografía de Sonia Baby, concursante de "Acorralados"

Anoche, durante el programa "Acorralados", que emite Telecinco, la "acróbata vaginal", Sonia Baby, sorprendía con una desgarradora revelación. La alicantina contó algunos detalles de su vida, que dejaron con la boca abierta al auditorio. Al parecer la joven sufrió una dura infancia, en la que un accidente laboral postró a su padre en una cama, obligándole a ella y a sus siete hermanos a abandonar el colegio y ponerse a trabajar para salir adelante.

"Desde los seis años me pusieron a trabajar haciendo zapatos de caballero. Los cosía con un hilo muy duro que me detrozaba las manos...", declaraba la concursante ante un auditorio perplejo. "Hace tan solo unos años, aprendí a leer y a escribir. A multiplicar me enseñó mi novio hace un tres meses".

Con lágrimas en los ojos, la porno-star dejaba caer además que el alcoholismo, el maltrato y las drogas estaban en su día a día. "Mi primera muñeca me la compré yo, a los ochos años, con los veinte durillos que iba sisando de lo que me pagaban en la fábrica".

Tan emotiva resultó la historia, que llegó a conmover al duro presentador, Jorge Javier Vázquez, y a la propia organización, que decidió dar una alegría a la rubísima concursante y la sorprendió enviándole a su perro a la granja...

Una historia que parecía sacada de un "Cuento de Navidad" y que demostró que, si bien la chica no parece estar dotada de una gran capacidad para la prosa, imaginación no le falta; pues la autobiografía que vendió era más que falsa.

Ni abandono escolar, ni hambre ni mucho menos trabajo infantil. Numerosos medios desmontan hoy el relato de la ilicitana y aportan testimonios de familiares y amigos que puntualizan cada una de sus afirmaciones. "No es verdad que empezara a trabajar con seis años. Ella terminó sus estudios y se metió a estudiar peluquería en Elche. Sus padres han estado siempre trabajando y nunca le ha faltado un plato de comida", aseguran.

Por su parte, la madre de la artista ha querido aclarar que en su casa nunca les ha faltado de nada a ninguno de sus hijos, que, a los 17 años la joven se metió a trabajar en una fábrica "porque ella quiso" y, a los 18, se marchó a Barcelona a "desnudarse delante de los hombres". "Yo le dije que eso no me gustaba y se enfadó". "Luego me llamó para contarme que iba a casarse con su representante y cuando le dije que no me parecía bien, que era un hombre con cuatro hijos, se fue de mi casa y nunca más volvió", relata. "Ni siquiera quiso venir al entierro de su padre"...